22 diciembre 2015

Eslovenia y la discriminación disfrazada de democracia

Foto: EFE
¿Qué pensarías si te dijeran que el siguiente presidente de la nación sería democráticamente electo con una mayoría simple? ¿y si, como resultado, el siguiente presidente fuera elegido con el 23% del total de votantes del país? Aún cuando estas preguntas te parezcan hechas por alguien bajo el efecto de algún fuerte alucinógeno anti-democrático, el hecho ha sucedido este mes de diciembre del año 2015. Y ha sucedido en un país de la civilizada Europa, en un miembro pleno de la Unión Europea. Ha sucedido en Eslovenia en un referéndum de derogatoria este domingo último.

Mapa: Google Maps
¿Dónde está Eslovenia? Ya mencioné que queda en las Europas y que forma parte de la UE, y de la OTAN. Siempre fue un país que engrosó el territorio de reinos como el Austro-Húngaro y naciones como Yugoslavia, hasta que logró ser reconocido como Eslovenia propiamente en 1992. Ahora es una república parlamentaria con 2'050,000 habitantes, los que gozan de un PBI per cápita de paridad ascendiente a US$ 18,500. El total de electores es de 1'700,000 votantes.

Dejando atrás la geo-política básica, el gobierno esloveno ha venido aprobando leyes que responden a los varios tratados internacionales de los que son signatarios ─ aunque llama la atención que un país que tiene un gran bolsón de migrantes en el mundo, especialmente en los Estados Unidos y la Argentina, no haya firmado aún la Convención Internacional sobre los Derechos de Migrantes─. A principios de este año que va terminando, el congreso esloveno aprobó una ley que confirmaba los derechos de la minoría homosexual, una formalidad que entró más en el terreno del testimonio o declaración oficial de inclusión de todos sus ciudadanos al mismo nivel que los consideran las instituciones supranacionales a las que pertenece Eslovenia.

Pero el mundo no sería el mundo si no existieran los obstáculos. Cuando Hansel, Gretel o la Caperucita Roja se están ocupando de sus propios asuntos, es que tienen que venir a meter el hocico las brujas y los lobos de los cuentos. Apenas el Parlamento Esloveno aprobó la ley de igualdad de homosexuales, se activaron sus tentáculos políticos y lobistas de los grupos más retrógradas de la sociedad eslovena. Y es que no van a abandonar fácilmente la relativa satisfacción de sentirse falsamente superiores que les otorga la capacidad de discriminar a otros, aunque para ello tengan que socavar la legalidad de su propia nación. Encontraron una salida perfecta para la versión con medias verdades: el referéndum. Y es que el referéndum es un mecanismo democrático que ha probado su utilidad contra las injusticias en muchos lugares, pero no en Eslovenia, por lo menos no es esta cruzada medioeval.

Lograron recoger algunos miles de firmas para pedir la consulta popular que derogaría a la ley de igualdad homosexual aprobada por el parlamento. Pasaron por la declaración de la obvia constitucionalidad de la validez de cualquier referéndum y, finalmente, la votación se dio el domingo 20 de diciembre último. En dicho referéndum, la condición era que la alternativa ganadora, el Sí o el No a la ley, saldría triunfante con mayoría simple de los votos sufragados y con un mínimo de 20% de votantes del universo de 1’700,000. Pues bien, sólo el 35% de los electores acudieron a votar (595,000 personas), de los que el 63% votó No a la ley (374,850 votos) y 37% votó por el Sí (220,150 votos). Es decir, una ley del parlamento democráticamente elegido fue derogada por el 23% del total de los votantes Eslovenos.

Así, una clara minoría impone, por el momento, el despropósito de la discriminación y la desigualdad ante la ley de otra minoría. Usando el dinero del 100% de los contribuyentes, un grupo conservador que ronda el 20% de los ciudadanos logra crear la ilusión de la desaparición de los derechos civiles que su propia nación se ha comprometido a respetar como miembro pleno de la Naciones Unidas y la Unión Europea. La derogatoria de una ley que ratificaba derechos existentes gracias a la constitución eslovena no cambia el estado de derecho democrático que protege a las minorías. La fantasía creada por una vicisitud temporal no impedirá que Hansel, Gretel y Caperucita lleguen con bien a sus hogares y que se formalice el final feliz que las democracias del mundo han firmado tiempo después del oscurantismo del medioevo europeo.

15 noviembre 2015

París, terror, y presidentes

París entró en shock tratando de entender qué pasó, qué está pasando. París se recogió sobre sí misma buscando el por qué de la barbarie. París apagó las luces de la Eiffel y se quedó en casa por un rato, antes de llevar flores de luto a sus calles ensangrentadas.

Mientras París se retraía por una pocas horas, el presidente de todas las francesas y franceses, François Hollande, se comió todos los sapos que le sirvieron en la mesa: declaró estado de emergencia, cerró fronteras, y declaró al atentado un acto de guerra. Comprensiblemente, en un momento de estupefacción, el jefe de estado tomó decisiones sobre la marcha y París lo escuchó con la mirada aún perdida en sus pensamientos, sabiendo que ya habría tiempo para juzgar los actos presidenciales. Llegado el momento de la acción, será París quien decida si lo que se hizo fue correcto. Desde el otro lado del océano intuyo a París con una mirada aún irresoluta a lo anunciado por su presidente. La resolución más cauta y adecuada sólo vendrá tras el análisis de la realidad, sin los vidrios empañados por el incansable aliento de la gigantesca masa televisiva. Con las ventanas limpias y la distancia de la indignada tercera persona, los actos presidenciales en Francia se pueden ver de otra manera.

Declarar estado de emergencia. En un estado de emergencia un gobierno cede sus decisiones a la cúpula militar de turno. En este caso, Francia otorga control administrativo a los mandos militares y policiales que mostraron una inmensa incapacidad al permitir que un grupo de terroristas se paseara en la capital francesa como Pedro en su casa. Más criticable aún si recordamos que el ejército francés inició hace 4 meses bombardeos contra las posiciones del autoproclamado "Estado Islámico de Irak y Siria" (ISIS por sus siglas en inglés). Estos mismos militares no tuvieron el criterio suficiente para tomar las necesarias precauciones de seguridad dentro de su propio país antes de iniciar su apoyo militar a las operaciones de reconquista del territorio de Siria e Irak tomado por la organización terrorista ISIS. Escribir acerca de los orígenes de ISIS, fruto del dinero de los contribuyentes norteamericanos y el trabajo remunerado de mercenarios, necesitaría de otro artículo muy extenso, aunque existe ya amplia literatura sobre el tema.

Cerrar fronteras. No permitir el ingreso de extranjeros al territorio francés es un derecho que nadie le discute a país alguno. Pero para las circunstancias francesas actuales, la única diferencia será comisionar más gente armada revisando documentos en los puestos de control y aduaneros limítrofes, dando la impresión que el gobierno francés asume que los terroristas que planearon los atentados de París estarían prestos a salir del país en estampida. Por desgracia, los mandos terroristas deben sentirse más seguros en la misma ciudad que atacaron sin que nadie los molestara durante los preparativos, escondidos entre la población que convirtieron en su víctima. Cobardes y taimados como son, no arriesgarían tan torpemente su abyecta integridad. Adicionalmente a sus crímenes de lesa humanidad, están como prueba mutilada de su despreciable condición los tantos hombres bomba a los que hacen inmolar por sus causas homicidas con falsas promesas del paraíso celestial o burdos chantajes familiares.

Declarar acto de guerra a un atentado terrorista. Actos de guerra ocurren en las relaciones de beligerancia militar entre naciones, no entre una nación y una organización no gubernamental de cualquier índole. Guerra es el absurdo enfrentamiento de ejércitos nacionales. Ejército nacional es el grupo armado que cuenta con licencia para matar a órdenes del Estado. Otorgar categoría de Acto de Guerra a un atentado terrorista es darle a la cúpula organizadora del mismo el rango de país. Esa desafortunada declaración ha sido para ISIS un espaldarazo a sus actos de terror que asolan a Medio Oriente gracias a los delirios de poder de un supuesto nuevo califato que busca reinstaurar el ya superado medioevo del Islam. La presidencia de Francia, espero inadvertidamente, ha entrado en el juego del terror que ha planteado ISIS, juego al que no había entrado hace un tiempo atrás, al iniciar los bombardeos de Siria. Una atenta lectura del Tratado de Versalles firmado en el Salón de los Espejos del principesco palacio parisino no le caería mal a las actuales autoridades de la República Francesa.

18 septiembre 2015

Los dineros itinerantes de la corrupción

     En mi Perú, el constante ruido de los sumisos cantos de las ninfas de la política y los arrulladores aullidos de las sirenas del entretenimiento me hicieron ser parte del ejército de los que creen en los los milagros hechos por humanos. A fuerza de tanto ruido amplificado por el rumor de mis congéneres mesocráticos, me hice amarrar por mis propios demonios al mástil de la creación libre, pero mi mundo se limitó a los movimientos torpes de cualquier par de brazos atados, muy lejos de la libertad. Ahí fue que contraje esta visión de neutralidad, de casi indiferencia, que me permite ver a través de las cortinas de humo de los medios. Se me antojan transparentes Nadine y Orellana, me da igual si hay que devolver medallas panamericanas, y me importa un rábano cuándo llega El Niño que dizque llega.

     Contraje esa visión que me hace opinantemente incorrecto y sistemáticamente desafinado en medio del coro ensordecedor de los que los que corren detrás de Tongorito, digo yo. Y ya me acostumbré, me hice a esa vida. Al que quiera llamarme por otros nombres, insultarme con comentarios mal escritos o clasificarme con una de sus dos únicas etiquetas, que haga su rutina. Se me antojan transparentes, me dan igual, y me importan un rábano. Así pues, me viene al coleto hoy escribir sobre uno de los temas que yace cubierto de niebla prieta: los dineros itinerantes de la corrupción.

Ganancia a tasa de interés compuesta anual
     Hace doce años, el 2003, la Contraloría de nuestra república hizo un peritaje contable, un arqueo de millones faltantes, y resultó que US$ 197'870,083 eran la parte que pudieron formalizar de la corrupción institucional de los años 1990-2000, por tomar una década. Parte de esa parte también ya ha sido identificada plenamente en cuentas, con número propio, en Suiza y Luxemburgo, dos de los más ilustres paraísos fiscales que se benefician de los réditos financieros de dinero chueco del mundo, US$ 38'000,000. Millones que no están precísamente durmiendo el sueño de ningún justo, sino que están rotando con la tasa activa de la que vive cualquier banco común y corriente. Digamos, para ser realistas, que los suizos y los luxemburgueses nos cobran por almacenamiento del dinero que está trabajando para ellos ─no duden de su conchudez, son profesionales financieros─. Con esas condiciones básicas, entonces, calculemos con la tasa pasiva, la de los clientes de bancos, éso sí, tasa pasiva a plazo fijo, tampoco jodan. Pues bien, una tasa internacional que puede considerarse promedio en depósitos millonarios en lugares paradisíacos es de 4% anual y el cálculo financiero simple de acumulación de 38 millones en 12 años es ─como se ve en la foto de mi cuaderno de notas─ de 60'839,224. Resumiendo, en 12 años este capital de una fracción de la ya legendaria corrupción peruana ha generado una ganancia pasiva, neta y legal, de US$ 22'839,224.

     En esta segunda mitad del año 2015, ayer 17 de setiembre, el Fiscal de la Nación de turno nos dice que está pensando en la posibilidad de, quizá, pedir que le hagan la gauchada de acelerar los trámites que la jungla de funcionarios de la banca suiza debe hacer para, en algún momento, poder sopesar la eventualidad de devolver esa plata a los peruanos. Así de osados son nuestros funcionarios cuando salen de viaje oficial. Que pase y siga, no le voy a criticar el intento de buena intención. Lo que sí pica mi indiferente curiosidad ─flemático fisgoneo personal, los demás pueden seguir respirando cortinas de humo─ es saber si planea pedir todo el fondo pendiente de devolución, incluyendo la ganancia de veintitrés millones por la rotación de los treintiocho, o sea, un total de sesentiún millones de dólares. Y, por qué no, si se dará un cachito de tiempo extra para hurgar más cuentas helvéticas a ver si completa los doscientos millones de billetes gringos que fueron vistos por última vez en manos de la eminencia gris de la época, sin olvidarse de los intereses, que la fórmula es fácil de usar.

     Si nuestro representante oficioso logra tener éxito en hacer que aquel dinerillo regrese pronto a nuestras arcas, propongo tenga él la primera opción de gasto, para hacerle justicia a nuestro campeón. Es más, me atrevería a sugerirle envíe, a todo costo, a un grupo de fiscales a capacitarse en Londres (previo curso de inmersión de inglés, a más costo, por dos años en la capital inglesa) para que redacten a su retorno un enjundioso estudio de derecho penal comparado romano-germánico versus common law. Sería trascendental para nuestro país ahora que jueces y fiscales se ven en la necesidad política y financieramente correcta de trabajar febrilmente sin que nada de nada cambie en el statu-quo de la delincuencia de cuello blanco.

09 febrero 2015

¿A dónde irán los niños que se van?

Siempre es un paseo cuesta arriba el ir a un velorio. Resulta extenuante no repetir las mismas frases hechas para condolencias; solo para que, una vez encontradas las palabras de reglamento, el silencio se torne hostil pues tu amigo ha pasado la noche en vela buscando cómo llenar el hueco que queda en su vida después que se le fue alguien que estuvo en muchos de sus fines de año; para terminar escuchando tu propia voz sonar destemplada en la sala del féretro y sus mil ecos. Es casi inevitable sentir que el que yace entre velas y flores proyecta su sombra en los que ya no lo verán con el pan de cada mañana.
   
     Pero hay viajes que equivalen a ir cuesta abajo de un precipicio, que te hacen odiar los sueños de felicidad que te pueden asaltar de regreso a casa, que hacen de cada respiración un acto de constricción por los que ya no disfrutarán de ese aire, que le dan a los susurros de tu oido derecho tonalidades del mas allá. Nada más duro que ir al velorio de un ser que no tuvo nada que confesar en su extrema unción, al velorio de alguien que no llegó a usar la razón para trazar un plan de vida que quebrar en el camino, al velorio de un niño que no llegó a sentir la tristeza en los ojos de su abuelo.
   
     ¿A dónde irán los que no tuvieron motivo ni tiempo para ser absueltos?. ¿A dónde irán si nunca pudieron creer sin cuestionar historia alguna?. Cómo saberlo si callamos en todos los libros un millón de veces escritos cuando se trata de buscar el paraíso de los muertos tempranos. Cómo encontrar la respuesta si la ausencia de un niño aturde y apaga cualquier intento de búsqueda. Cómo averiguarlo si la pregunta ¿por qué? crece hasta fundir al pensamiento con el alma.
   
     Mientras, daré fe que los niños que se van viven en el sonido de la lluvia al caer sobre tierra cultivada, bailan en los aros que abre el agua al recibir a una piedra que se une a su lecho, respiran el aroma de la ropa recién secada al sol, corren sobre las hojas de los sauces que lloran quebradas ocultas a los ojos de los que aún deambulamos por este mundo que no los dejó crecer.

03 enero 2015

Cronología reciente de la "minería artesanal"

     Allá por el 2013, tuve la ligereza, aunque con algunas reticencias, de celebrar en mi blog la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental de Minera Sulliden en Cajabamba (ver http://goo.gl/wwureE). Ligereza digo porque desde entonces mucha agua no ha corrido bajo el puente. Los personajes que actúan en ese pequeño depósito andino de oro siguen siendo los mismos: Sulliden Shahuindo y su anuncio ya rancio de las etapas ejecutadas de formalización y construcción previas a la producción, y su gran disgusto de tener que esperar a que el precio internacional del oro se dispare otra vez y así poder ofrecer la venta de la concesión a alguna empresa minera real que sí quiera, y pueda, arrancar el oro de la tierra; los pobladores de la zona comiendo las mismas ansias por posibles negocios con la minera de turno, indiferentes a los efectos que la futura producción pueda causar en su tierra, su agua o su aire; y los mineros ilegales en franco proceso de emigración ahora que se acabó el oro a flor de roca, evidentemente sin planes de poner un solo centavo para remediar los daños que causaron con su producción a cielo abierto.

     A propósito de estos últimos, desde hace algún tiempo se dejan escuchar tambores que propugnan formalizar al ejército de mineros ilegales ─ergo delincuentes─ que sienten placer en las injundias cuando se les llama mineros informales o artesanales, más aún cuando muy pocos siquiera iniciaron el manoseado proceso de formalización minera. O sea, a la legalización de procesos simplificados para todo aquel que quiera aventurarse a cavar donde otros exploraron para hacerse de minerales al menor costo posible, se suman ahora una retahíla de voces "autorizadas" a favor de la reducción de los requisitos de protección ambiental. Vamos usando al más conservador de los diarios peruanos, "El Comercio", como fuente de información.

1) En marzo del 2014 una horda de supuestos mineros inundó plazas y calles de Lima exigiendo a voz en cuello y garrote en mano que se ampliara el tiempo de formalización. Algunos políticos, como Keiko Fujimori, se aunaron a la irracional exigencia. Mientras, el Diario El Comercio le daba su apoyo a la posición del gobierno, no se amplió el tiempo y empezaron las interdicciones  (ver http://goo.gl/inhUhD). Sin embargo, en diciembre el mismo medio de comunicación se inclina por formalizar a ultranza lamentando que sólo 230 de los 300,000 pequeños productores mineros en el Perú se han formalizado; el diario presenta posibles salidas del "entrampe" que van desde la obvia crítica a la siempre lenta burocracia gubernamental hasta la campaña de moda de Hernando de Soto que busca la rebaja de los requerimientos de formalización, como si los estándares ambientales no se hubieran ya bajado más de lo ecológicamente recomendable (ver http://goo.gl/UJqlvR).

2) En mayo del 2014, la República Suiza anuncia su programa llamado "Oro Responsable" con la intención de conectar a 100,000 pequeños productores mineros con las cuatro grandes refinerías de oro en Suiza (Pamp, Metalor, Argor Heraeus y Max Havelaar Suiza). El programa, orgullosamente anunciado por el embajador helvético en el Perú, Hans-Ruedi Bortis, tiene la intención de "colaborar con la formalización de la minería nacional". Es decir, los suizos compran oro a productores no formalizados, por ende ilegales ahora que todos los plazos de registro de formalización están vencidos, y todos felices: los compradores evitan intermediarios y los vendedores mejoran sus ingresos por la venta de su oro sucio, dada la informalidad de su producción (ver http://goo.gl/nmcFHO). En mayo se da el lanzamiento del programa suizo en Chala, Arequipa, y en agosto del mismo año 400 "mineros informales" atacan con dinamita a un puesto policial que brindaba protección a una mina de esa misma zona arequipeña; resultado: un policía muerto y varios heridos, ¿oro responsable? (ver http://goo.gl/qXRYfs). Que la Policía Nacional fracase en brindar seguridad mínima a la actividad minera en las regiones fuera de Lima no sólo se explica por la baja operatividad y corrupción del gobierno central, sino también de la palpable renuencia de los gobiernos regionales a fiscalizar las mismas actividades económicas que ellos mismos autorizan (ver http://goo.gl/vleZc0).

3) En diciembre del 2014, César Ipenza publica un artículo como abogado ambientalista (ya que "abogado ecologista" sería un oxímoron). En su artículo olvida la existencia legal de reservas naturales nacionales en la selva y también olvida los detalles ambientales, su especialidad, como elementos básicos de la formalización. Hechas las omisiones, la emprende contra la inoperancia tramitaria del gobierno central y los gobiernos regionales. Según esta opinión, debe formalizarse "lo que sea formalizable", recuperar a cuenta del estado lo destruido por los mineros ilegales y, como si fuera poco, a invertir dinero de todos los peruanos a ayudar a los destructores de nuestro medio ambiente a conseguir otra chamba (ver http://goo.gl/cSvVBc). De hecho, ya el gobierno central viene consiguiendo dineros onerosos del Banco Interamericano de Desarrollo para reparar el crimen ambiental sin inculpados (ver http://goo.gl/GlLuCr).

4) Ese mismo mes, Iván Lanegra, Adjunto para el Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo, anuncia su participación apoyando a unos 300,000 mineros no identificados. Solicita el funcionario que no se destruyan las dragas y perforadoras incautadas a los destructores de la selva amazónica, sino que se proceda a la "reutilización de la maquinaria y equipos incautados a la minería ilegal" para subvencionar los costos de formalización de los mismos mineros ilegales sujetos de interdicción (ver http://goo.gl/KvKllr). Interesante procedimiento de devolución de bienes incautados a delincuentes.

     La bulla de los tambores de la minería ilegal ─o informal o artesanal─ busca dejarnos sordos a nuestra propia racionalidad personal. No creo ser el único peruano que se da cuenta que la pequeña producción minera artesanal es económica y logísticamente inviable si queremos conservar el medio ambiente y la salud pública. Las razones lógicas no pueden ser acalladas por la estridencia de los "expertos" que defienden intereses menores a la nación entera. Dos de muestra: (i) la inversión para un proyecto minero responsable es altísima, pues no sólo incluye maquinaria y procesos extractivos de alta factura sino también garantías financieras de remediación post-cierre y (ii) la fiscalización de los entes gubernamentales regionales y nacionales es casi nula.